Diario de Canadá.

¡Hola a todos!

Ya sé que hacía siglos que no pasaba por aquí; no, no me he quedado a vivir en Canadá, ¡aunque no me hubiera importado!

Estos dos meses desde que volví han sido bastante ajetreados y han pasado muy rápido: preparar todo para el instituto, empezar a estudiar, las fiestas del Pilar y, cómo no, los primeros exámenes de segundo de bachillerato. Pero aquí estoy de nuevo; hoy no traigo una receta, sino unas cuantas fotos de mi viaje a Montréal (Canadá).

¡Espero que os gusten y poder actualizar en unos días con las nuevas recetas que tengo guardadas!

Pasad buen fin de semana.

Vistas de Montréal desde el puerto.

Cataratas de Québec City.

La "poutine", el plato más conocido de la gastronomía de Québec.
Quizás un plato demasiado contundente para mi gusto, pero aquí os dejo la receta.

Ingredientes para 4 personas:

- 4 tazas de aceite vegetal para freír. 

- 1 lata de salsa de carne.

- 5 patatas medianas cortadas en tiras.

- 100 gramos de queso cheddar en bolas.

Preparación:

Calentamos el aceite en una sartén honda. En una olla o en el microondas, calentamos también la salsa carne. Freímos las patatas en el aceite caliente hasta que estén doradas (5 minutos) y colocamos sobre papel absorbente para quitarles el exceso de grasa. Servimos en un plato y añadimos el queso por encima. Con un cucharón, vertemos la salsa de carne caliente sobre las patatas y el queso.

Por supuesto, también tuve ocasión de cocinar una tortilla de patata, y es que... ¿qué español podría aguantar un mes entero sin probarla?

Estas fotos las tomé en el mercado de frutas y verduras de Ottawa, la capital de Canadá.
Los productos provienen de la agricultura local y tienen un mejor precio y calidad que los que se venden en los supermercados.

Tuvimos la ocasión de visitar la "Cabane à Sucre", una de las muchas fábricas de sirope de arce del país.
Allí disfrutamos de un "lunch" típico canadiense que constaba de cuatro platos más que contundentes.
Como aperitivo nos sirvieron bollos de pan recién hechos para acompañar las conservas, jaleas, mantequilla y mermeladas caseras. Las de frutas eran deliciosas, pero yo me quedo con la conserva de pimiento rojo y cebolla.
También probamos el "coleslaw" (ensalada de col y vinagre), que era perfecto para desempalagar tras el dulce; zumo de naranja y café o té con leche.

De primero, sopa caliente de garbanzos.

De segundo; jamón asado, judías en salsa, salchichas de cerdo, patatas asadas y huevo cuajado (tortilla).

De postre y por si alguien se ha quedado con hambre; tortitas (pancakes) y tarta de sirope de arce.
Dos dulces típicos canadienses para paladares muy, muy golosos.

Otro dulce típico son las "Beaver tails" o "Queues de castor" (colas de castor), que son masa de pan estirada y frita a la que se añade un topping de chocolate, manzana, canela, Nutella, mantequilla de cacahuete o nata-Oreo (en la foto).

Para finalizar, os dejo con una foto de Montréal vista desde la discoteca "Altitude 737" (¡sí, también hubo noches de fiesta!), que se encuentra a 737 pies de altura (225 metros), en la azotea de uno de los rascacielos más conocidos de la ciudad.